domingo, febrero 25, 2007

Pregúntame por qué te miro durante horas, tal vez así pueda encontrar la razón que me aleje del vacío….

No quiero preguntártelo, yo sé que soy el reflejo de cada uno de tus infortunios, de tus pecados, de tus recuerdos. Soy la piel ajada que tratas de olvidar, en mí solamente puedes ver el pasado que fue derrotado por cualquier maravilloso futuro.

Si te lo preguntará tendrías que volverme a mirar…Y descubrirías que tus miedos son encantadores, por eso nunca los abandonas conmigo, simplemente el misterio los mantiene tan vivos como cualquier otra pasión. ¿Pero por qué me crees a mi? Solamente soy tu reflejo, solía ser tú, pero ya ha pasado un largo minuto suicida.

Ahora, te ruego que dejes de preguntarme sobre extrañas, ya no creo que pueda darte la respuesta que nos ayude a escapar de nuestro propio olvido.

viernes, febrero 16, 2007

Compañera...
De Invierno, Alma, Naufragios y Aventuras.

Detén el tiempo una vez más en este abrazo.
Detenme a mí en el camino.
No me dejes mirar el espejo que tanto miedo da.

Te escribo desde el fondo de un suspiro
Que corre despavorido entre las huellas que hemos dejado.

Recuérdame la razón que he perdido en la búsqueda del sentido.
Cree cuando los árboles te resoplen los ecos venideros de nuestras risas.

Siente
Como estamos bajo el cielo mismo.
Como el viento nos golpea un millón de veces.
Y la lluvia parece destrozar nuestros recuerdos.
Pero nada cambia, ninguna cae, ambas sufren, la vida sigue aunque parece que no lo hiciera.

Yo estoy allí, sentada en la misma ventana, en el mismo café, en el mismo lugar.
Lamentando tu ausencia, anhelando la compañía que le haces a mi existencia.
De vez en vez me gusta verte pasar, porque ahora, solo en este momento, resulta claro que la tregua que tenemos con el tiempo durará todo lo que la fuerza de nuestros pasos nos de.

viernes, febrero 09, 2007

Son las caricias pasadas las que no me dejan respirar.
Son tus ojos los que me siguen y todavía me cuentan historias.
Son los recuerdos, aquellos demonios malditos, que de vez en vez me golpean tan fuerte como para que una ráfaga de viento me derrumbe.
Tu aroma se fue convirtiendo en agonía.
Tus palabras aun retumban como ecos.
La piel la tengo ajada de tanto extrañarte.
Tú fuiste vida, sueño, camino.
Ahora es tiempo de dejarme pasar.
No me lastimes con falsas promesas.
Dame un adiós que se clave en mi alma y libere mi presente.

....Déjame dialogar con tu silencio para callar mi soledad....