martes, junio 28, 2011

Me gusta mirarte... Memorizar cada pliegue de tu piel, cada brillo de tus ojos, cada marca de tu vida...
Me fascina lo que siento cuando te toco, como un suave roce de mi mano con tu alma...
Me enloquece ignorar todas las razones, y quedarme inmóvil bajo un cielo infinito de secretos revelados.
Me encanta ese sentimiento de sólo mirarte y saber que uno puede amar y ser feliz como algo simple, de todos los días, como cualquier milagro silencioso.


Cuando no te miro sino que te veo, me siento como frente a un cristal precioso, transparente, sacado de algún sueño puro e infantil... Puedo verme reflejada en él, tal como tú me ves a mi... Siento la bondad y la ternura que ha hecho falta para darle sentido a tantas cosas absurdas del mundo...
Al final, me invade una terrible nostalgia cuando me doy cuenta que algo tan maravilloso no ha sido más que un soplo de viento.